viernes, 2 de marzo de 2018




LA CUBANA....


La CUBANA fue una mujer que vivió a principios del siglo pasado, llego a Torreon por asares del destino donde se dedico a ejercer la prostitución en la zona de tolerancia de torreon en ese entonces cerca de la conocida alianza donde cautivaba con su belleza a quienes la contrataban para sus servicios. 

En 1906. Una despiadada enfermedad llamada “la viruela negra” atacaba en todo el país. Los enfermos, según se cuenta, eran desahuciados y debido a la inminencia de su muerte, eran enterrados vivos, para evitar su propagación.
Una mujer, apodada por su origen como “La Cubana”, encantaba a todos aquellos hombres con su belleza, cada vez que la veían en un conocido burdel de la zona Alianza de Torreón.
La enfermedad, la atacó. Ante el temor al contagio, los clientes dejaron de asistir, situación que molestó a la dueña del lugar, por lo que optó por sepultarla viva. Este suceso no pasó inadvertido. Pronto toda la ciudad comentaba el caso, ya que “La Cubana” no era ninguna desconocida.
El tiempo pasó y el recuerdo de la hermosa mujer se iba borrando poco a poco. Pero una noche, según se cuenta, a las afueras de la una cantina llamada “La Feria”, justo donde las conocidas calandrias esperaban a sus clientes, una mujer vestida de negro con el rostro cubierto subió a una de ellas, solicitando la llevaran al Panteón Municipal número I, ubicado en la colonia Nueva Rosita.
El chofer, temeroso de que algo pudiera pasarle a la dama en aquel lugar, se ofreció a esperarla para su regreso. “No espere... aquí vivo”, dijo ella, cuenta la leyenda. Creyendo que era una broma insistió en esperarla. “Aquí vivo”, dijo la mujer, “¿qué acaso no me conoces?”, le preguntó; el chofer lo negó.
La dama levantó lentamente el velo negro que le cubría el rostro y el cochero, al verla, quedó atónito reconociendo el rostro de “La Cubana”. El hombre se desmayó quedando inconsciente durante algunas horas. El panteonero al ver las luces de la calandria salió y lo vio. A la mañana siguiente, el hombre le contó todo lo sucedido al panteonero, quien no daba crédito a lo sucedido, hasta que le mostró el billete con el que la misteriosa y bella mujer le había pagado por sus servicios.
La Cubana: Leyenda lagunera de 1906 que sigue causando asombro en el Viejo Torreón









Bienvenidos....




     La historia de los pueblos tiene mucho de sabroso algunas veces se pierde y esto hace que la ecencia de la comunidad se pierda con ella, un poco de historia para saber de donde venimos y para donde vamos que es lo que vamos a lograr y como lograrlo es algo que nos dara un poco de arraigo a la comunidad donde vivimos y donde habitamos, nadie tiene arraigo en un sitio si no conoce la historia del mismo y nadie tiene arraigo o cariñño a un lugar si no ha vivido de cerca el cariño y las cosas cotidianas del mismo.

   Por este medio trataremos de ir dando un poco de historia a un lugar y a varios lugares de donde vivimos, como vivimos y que o quienes son nuestros vecinos, trataremos de no perder las leyendas y cuentos de los viejos que ya partieron algunos y que otros estan por tomar el tren que los lleva al descanso pero que antes de irse quieren contar lo que a lo largo de sus años de vida han aprendido y han cosechado... Algunos jovenes dicen historias de viejitos, cuentos de cuando fueron fuertes o fueron heroes o de cuando fueron grandes en alguna diciplina o especialidad de la vida, cosas de gente que ya vivio.

   Los pueblos tienen historias y leyendas que se deben conservar, anecdotas de gente que trabajo duro el campo y que ahora ya no puede pero que quiere que le escuchen sus historias, estas deben ser guardadas con toda integridad posible para poder conservar un poco de la ecencia de la gente que la vivio y como la vivio, historia que no debe de perderse y olvidarse porque es la vida de los que formaron el CORAZON DE LA LAGUNA.